A medida que surgen, se desarrollan y evolucionan las nuevas tecnologías, las formas de comunicarse y conectarse han cambiado, incluso introduciendo estos cambios en la intimidad y la sexualidad de las personas. El sexting es uno de los fenómenos más recientes, cada vez más común entre jóvenes y adultos, y puede tener riesgos y consecuencias.
En este artículo, explicaremos qué es el sexting, qué hace, los peligros que presenta y cómo evitarlos.
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¿Qué es el sexting?
Sexting (derivado de las palabras en inglés sex y acrónimo de texting) es el acto de enviar o recibir imágenes, fotos o videos sexualmente explícitos a través de teléfonos celulares, redes sociales o cualquier otro medio electrónico. En principio, es una práctica en la que una persona genera contenido íntimo y sexual y lo comparte voluntariamente con otros.
El concepto se utilizó por primera vez en 2005, y podemos decir que es una evolución natural del intercambio de información sexual, así como del propio desarrollo de la tecnología, por ejemplo, la inclusión de cámaras en los smartphones o la conexión a internet de estos terminales.
¿Para qué sirve el sexting?
Sexting puede tener diferentes propósitos, pero todos están claramente relacionados con la pornografía. Puede usarse para desarrollar un interés sexual en otra persona, por lo que puede usarse como una forma de experimentación sexual, una forma de juego previo para aumentar el deseo o como un sustituto de la relación real en sí cuando los participantes están separados por la distancia. Incluso se puede utilizar como otro acto sexual.
También es común usarlo para «probar» las aguas y generar ese interés entre las personas que conoce a través de una aplicación de contacto.
Así que el sexting funciona para personas que se conocen, generalmente entre parejas, o con personas que recién comienzan a conocerse, aunque puede ser riesgoso, como veremos más adelante, porque incluso con estos también está en riesgo la confianza entre los participantes.
El sexting tiene muchos riesgos potenciales, ¿cómo evitarlos?
Sin embargo, el sexting también tiene un lado oscuro, y es que en el momento en que una imagen o video sale de nuestro teléfono, perdemos el control de la misma, lo que significa que una vez que la enviamos, no tenemos forma de conocer la imagen o el video, propósito del video para ello, la persona que lo recibe.
En principio, son solo cosas suyas, pero puede difundirlo y compartirlo con otros sin nuestro consentimiento, con todas las posibles consecuencias, no solo de carácter legal para quien lo difunde sin consentimiento, y personalmente para la víctima.
Dado que el sexting es una práctica común tanto entre adultos como menores, los riesgos que conlleva no son pequeños; desde la transmisión no consentida a terceros, por ejemplo, en el caso de los menores, principalmente hay una diferencia entre el sexting y el sexting secundario, el segundo, tratándose de difusión a un tercero sin el consentimiento de una parte. Chantaje sexual (extorsión a través de dicho contenido) o el desarrollo de trastornos psicológicos.
Además, no es raro ver en un mismo paquete porno, belleza, ciberacoso y otros temas de redes sociales porque al final, como decimos, una vez que compartimos una imagen o un vídeo, perdemos el control sobre él. Hablamos de menores, el grooming es un acto de acoso sexual de adultos a menores, especialmente cuando se trata de sexting.
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¿Cómo podemos evitar estos riesgos?
Recuerda, enviar mensajes de texto es una práctica gratuita y voluntaria, así que piénsalo dos veces (o tres o cuatro veces) antes de enviar cualquier cosa porque puedes tener confianza en la persona a la que le estás enviando imágenes pornográficas ahora, pero mañana tú también No te llevarás bien (¿verdad? ¿Has oído hablar del revenge porn o del porno vengativo?) Estas imágenes terminan siendo distribuidas sin tu consentimiento.
Usar aplicaciones que aseguren nuestra privacidad es otra buena opción, especialmente aquellas que eliminen o nos permitan eliminar contenido compartido, y donde podamos usar identidades alternativas que no comprometan nuestra identidad real.
En el caso de los menores, la educación juega un papel importante tanto en la sexualidad como en los riesgos, peligros y consecuencias de dichas actividades digitales y el uso responsable de las nuevas tecnologías.
Y ten cuidado si recibes fotos o videos de índole sexual compartidos por un contacto de alguien que no es él, porque este tipo de distribución es un delito.
Sexting se considera un delito
Sí, los mensajes de texto sexuales pueden ser un delito. ¿Y cuándo es el sexo un pecado? Cuando estas fotos o videos privados se comparten con un tercero sin el consentimiento de la otra parte o cuando una de esas personas es menor de edad, en cuyo caso podemos estar hablando del contenido. La pornografía infantil y el comportamiento corrupto de menores es un delito.
Recuerda que el hecho de que alguien te haya enviado voluntariamente una foto o un video no significa que puedas hacer lo que quieras con él, y mucho menos distribuirlo o transmitirlo. Las fotos personales están protegidas en España por la constitución (es un derecho fundamental), la Ley de Protección de datos y el Código Penal.
¿Usted conocía sobre el sexting?
