lunes, diciembre 1, 2025
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Requisitos críticos que un software de Historia Clínica debe cumplir

La modernización de los centros sanitarios avanza con rapidez y debe adaptarse a la complejidad creciente de la medicina actual. La cantidad de información que genera un solo paciente a lo largo de su vida es enorme y pretender manejarla en papel se ha vuelto imposible y peligroso. 

Los errores de lectura, la pérdida de carpetas físicas y la falta de inmediatez son problemas que se han solucionado gracias a la digitalización. Pero no se trata de comprar computadoras, sino de seleccionar la mejor herramienta, pues, de ella dependerá el éxito o fracaso de la gestión sanitaria en el tiempo. 

Un buen software historial clínico debe ser una plataforma que le simplifique la vida al médico y que garantice la seguridad del paciente. Pero no todas las soluciones disponibles en el mercado están listas para el trabajo real de una clínica ocupada. 

Seguridad de la información

Sin lugar a dudas, la protección de la confidencialidad es la primera regla en el manejo de datos de salud. La información en un expediente clínico es altamente confidencial y su divulgación puede acarrear serias consecuencias legales para la institución y para el individuo involucrado. 

Por lo tanto, un buen sistema debe asegurar que los datos viajen y se almacenen de forma encriptada, de forma que ningún intruso externo pueda interceptarla. Además, el control de acceso interno es tan importante como la seguridad perimetral, por lo que la herramienta debe poder generar perfiles de usuarios con permisos restringidos, ya que mientras cierto personal no necesita acceso a algunas notas, mientras otros no pueden tener los mismos privilegios que los superiores.

El sistema debe de guardar un log inalterable de todo movimiento que se realice, para que así la auditoría de accesos indique quién miró qué historia y cuándo la miró, una información esencial para las leyes de protección de datos de cada país y para la transparencia institucional.

Interoperabilidad y comunicación entre departamentos

La medicina es un trabajo en equipo, por lo tanto, un error común es contratar aplicaciones aisladas que no se comuniquen con el resto del ecosistema hospitalario. 

La aplicación debe ser capaz de intercambiar información con laboratorios, centros de imagenología y sistemas de facturación sin intervención humana. Si el médico tiene que volver a escribir a mano los resultados de un análisis que le llegó por correo electrónico, la eficiencia que la digitalización prometía se esfuma.

Un sistema integrado hace posible que todo fluya digitalmente, lo que minimiza los errores de transcripción y agiliza el tiempo de diagnóstico. 

Usabilidad y diseño enfocado en el médico

La resistencia al cambio ha sido un gran problema para la adopción de las nuevas tecnologías sanitarias, y esto se vuelve especialmente relevante cuando el software es poco intuitivo o exige muchos pasos para completar acciones sencillas.

Una interfaz intuitiva y limpia hace que el profesional se preocupe por el paciente y no por pelearse con la pantalla para buscar un botón. El diseño debe ajustarse al pensamiento clínico para facilitar la introducción de datos.

La fatiga por clics es una realidad que agota al personal sanitario, por lo que el sistema debe de estar estructurado para reducir al máximo el número de clics para generar una nota de evolución o una receta. 

Una curva de aprendizaje reducida permite incorporar nuevos médicos al equipo y que la herramienta suponga una ayuda real y no una carga administrativa más en el día a día.

Accesibilidad remota

El flujo de trabajo de los médicos se ha transformado y cada vez es más común que necesiten información fuera del consultorio, después de todo, las emergencias no esperan a las horas de trabajo. Pero, por suerte, las soluciones en la nube ya proporcionan esta flexibilidad.

La disponibilidad permanente de los datos es esencial para la continuidad de la atención. Además, las actualizaciones de seguridad y mejoras se instalan automáticamente sin interrumpir el servicio, con lo cual la institución siempre tendrá la última versión sin preocuparse por cuestiones técnicas.

Escalabilidad

Las necesidades de un hospital evolucionan a medida que crece en número de pacientes y en servicios, y claramente un sistema que sirve para un pequeño consultorio puede caerse si no está preparado para crecer a una red multisitio.

La capacidad del software de crecer junto con la organización sin sacrificar el rendimiento ni exigir migraciones costosas debe ser fundamental en cualquier software del área de salud. Este debe ser capaz de manejar un crecimiento en la base de datos y en el número de usuarios simultáneos sin problemas.

Soporte técnico

El soporte humano que hay detrás de la tecnología es el último eslabón de la cadena de calidad, y es por ello que un buen proveedor debe dar un soporte técnico rápido que resuelva dudas de uso y solucione problemas en el menor tiempo posible. 

La tecnología médica avanza rápidamente y el software se debe actualizar continuamente para así integrar nuevas funcionalidades y garantizar que la inversión de hoy siga siendo relevante en el futuro.

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