Las cámaras de videovigilancia son un elemento fundamental en un sistema de seguridad. Según el tipo de instalación que quieras realizar, puede resultar divertido apostar por un producto u otro. En este sentido, muchas veces surge la duda de si es mejor instalar una cámara IP o una cámara analógica.
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¿Qué son las cámaras IP y cómo funcionan?
Las cámaras IP son dispositivos de videovigilancia que utilizan una conexión a Internet para enviar señales de imagen, video e incluso audio. Puede ser a través de una red fija o dinámica, como un cable Ethernet, una red local o un enrutador ADSL.
Estos dispositivos de CCTV consisten en cámaras, procesadores y memoria interna. Como tienen sus propias direcciones IP, pueden compartir contenido de forma remota en tiempo real.
¿Por qué usar cámaras IP?
Hablamos de cámaras que son muy fáciles de instalar, no requieren cableado y pueden proporcionar múltiples funciones: enviar fotos y videos en caso de alarma, visualización en vivo, enviar notificaciones instantáneas.
Debido a las ventajas anteriores y a la facilidad de instalación que ofrecen en apartamentos, viviendas unifamiliares, etc., actualmente existe una gran demanda de cámaras IP Wi-Fi tanto en interior como en exterior.
Un aspecto interesante a considerar es la seguridad de las cámaras IP, que pueden estar sujetas a prohibiciones o piratería si no se actualizan y aseguran adecuadamente. Esto también es importante considerando que la calidad de la imagen puede verse afectada por los servicios de Internet disponibles.
¿Qué son las cámaras de vigilancia analógicas y cómo funcionan?
Son dispositivos tradicionales utilizados para la videovigilancia. En este caso, el envío de señales envía a la grabadora a través de un cable coaxial o UTP y luego la señal se emite a través del monitor. Las grabadoras analógicas graban y almacenan imágenes capturadas por cámaras.
¿Por qué usar una cámara de seguridad analógica?
La instalación de este tipo de equipos es compleja y normalmente debe ser realizada por técnicos profesionales. Sin embargo, cabe señalar que son mucho más fiables, por lo que suelen utilizarse en instalaciones profesionales o de mayor riesgo.
¿Cuál es la diferencia entre una cámara analógica y una cámara digital? ¿Qué considerar?
A continuación, compararemos las diferencias más notables entre dispositivos IP y analógicos, que pueden ayudarnos a determinar la mejor opción para cada problema:
– Instalación: Hemos visto que las cámaras IP son más fáciles de instalar que las cámaras analógicas.
Para la selección de la cámara también es necesario ver si hay dificultades de cableado en la zona o la distancia a la casa donde queremos montar la cámara.
– Calidad de imagen: Actualmente podemos encontrar dos opciones de alta calidad y resolución de vídeo. Mirar las especificaciones del modelo será esencial.
– Funciones avanzadas: Las cámaras IP pueden trabajar de forma individual, sin necesidad de videograbador, instalando una microSD para poder almacenar las grabaciones o eventos.
Los modelos actuales disponen de detección inteligente IVS que permite la detección perimetral de personas, el reconocimiento facial o la lectura de matrículas entre otras opciones.
– Seguridad y confiabilidad: como ya mencionamos, las cámaras IP son más vulnerables a la piratería y la supresión, sin embargo, las cámaras analógicas también son vulnerables al vandalismo.
Independientemente, ambos sistemas son confiables si se instalan y protegen correctamente.
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– Precio: Hasta hace poco las cámaras IP eran mucho más caras que las analógicas, afortunadamente podemos utilizar modelos cada vez más económicos en nuestros proyectos.
En cualquier caso, el precio de cada dispositivo variará en función de las prestaciones que ofrezca.
– Gestión: Las cámaras IP permiten el control desde la App del fabricante, lo que nos permite recibir notificaciones y ver las grabaciones en tiempo real.
