Según la evaluación de Héctor Daniel Ocampo Popoca, un experto en temas de seguridad pública, los drones en México pueden disuadir la violencia, lo que asegura que la presencia de drones puede prevenir todo, desde guerras civiles, robos de casas y más, hasta su mejora. Conciencia de la seguridad comunitaria.
“En estos momentos en Cuernavaca existe una percepción de inseguridad del 80 por ciento, es decir que de cada diez personas ocho se sienten inseguras aun y cuando no hayan sido víctimas de algún delito, de acuerdo con el INEGI», mencionó.
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Estos dispositivos podrían ser una de las estrategias de seguridad del futuro en tres a seis años, porque no son una moda, sino una aplicación de la tecnología.
«No es un evento que deba tomarse en serio y es parte de una estrategia general en la que se puede abordar el tema de la seguridad de manera integral».
Un vuelo de una hora en helicóptero cuesta unos 400.000 pesos, mientras que comprar una flota de drones con unidad móvil puede costar entre seis y ocho millones de pesos.
“De dónde se pueden sacar esos recursos, es un tema de echarle imaginación, solo como dato les comparto que Cuernavaca en el 2019 recaudó 35 millones de pesos en infracciones y faltas administrativas, en 2020 recuadro 25 millones y hasta septiembre de este llevaba 20 millones de pesos recaudados”.
Tal dispositivo puede volar hasta 7 kilómetros desde el punto de despegue y elevarse a una altura de más de 25 metros. Pesan alrededor de dos kilogramos y 10 de ellos pueden cubrirse por completo en la capital, Morelos.
Cualquiera capacitado para manejar una máquina de este tipo puede ganar hasta 15.000 pesos mensuales, razón por la cual Héctor estima que incluso representa una fuente de empleo para los egresados de la facultad de Seguridad Pública de la UAEM.
En 2014, CES adquirió cinco drones de seguridad, pero años después la policía perdió uno de ellos y desde entonces se desconoce si continúan trabajando con los dispositivos, estén almacenados o no.
Falta de vigilancia en drones en México
En México, las autoridades deben monitorear la aplicación de las regulaciones que rigen la operación de los sistemas de aeronaves no tripuladas (RPAS o drones) para garantizar la seguridad en el espacio aéreo, Yumel Estrada, presidente de la Comisión de Sistemas de Aeronaves a Control Remoto (CPAM) del Colegio de México.
Si bien existe una norma oficial mexicana que define los requisitos para los drones que vuelan en el espacio aéreo nacional, es fundamental mejorar su conocimiento de los operadores, como asegurar que estén certificados y actualizados de acuerdo con los avances tecnológicos.
Por su parte, Luis Salazar Brahm, experto en el campo de los drones, confirmó que la Autoridad Federal de Aviación Civil (AFAC) no tuvo la oportunidad de actualizar la normativa mexicana en este campo, sobre todo porque se vio abrumada por lidiar con las actividades de vigilancia. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha restablecido la aviación nacional de Clase 1.
No veo que estén realmente enfocados en mejorar la parte regulatoria de los drones. Ahora las prioridades son diferentes. Desde la publicación de la norma oficial mexicana (finales de 2019), podemos decir que está desactualizada, incluso desactualizada, dijo Salazar Brehm en una entrevista con A21.
Sin embargo, CPAM, una de las organizaciones que ha diseñado los últimos cursos de seguridad para operadores de drones, ha encontrado una gran apertura en el NWAC para abordar este problema. Las Misiones, se avanza.
“En el Colegio, lo que queremos hacer es ayudar a diseñar cursos de actualización de seguridad para operadores de drones. También trabajaremos con la AFAC en lo que requieran. Es un tema que no podemos dejar de lado, porque el desarrollo de los RPAS es actual y vigente; la sociedad está creciendo en este campo, necesitamos hacer un llamado de atención y que volteen a ver que hay una norma”, puntualizó Estrada.
A nivel internacional, los gobiernos están implementando nuevas medidas para controlar estos aviones, como la identificación remota, para saber qué drones están operando en su espacio aéreo. Esto ayuda a sentar las bases para la creación de un espacio aéreo controlado donde estos aviones se pueden combinar y coexistir con otros aviones como helicópteros, aviones e incluso taxis aéreos.
“La identificación remota (que México aún no ha puesto en la agenda) es muy importante. En el futuro permitirá a los servicios de control de tráfico aéreo localizar este tipo de aeronaves y, para las aeronaves comerciales, conocer su ubicación geográfica, registro y altitud. Estos son los datos necesarios para poder implementar una gestión integral”, explica el experto de la escuela.
Por su parte, Salazar Brehm señala que el dron envía una señal electrónica que se identifica a sí mismo, indicando dónde está, dónde está el piloto, su número de serie y, de ser así, si está registrado en el log. México permite a las personas volar estos dispositivos de forma anónima y ayudará a las autoridades a averiguar si operan en ubicaciones restringidas.
El gran problema es que la regulación es mucho más lenta que el desarrollo tecnológico. Salazar Brim concluye que el punto a resolver es cómo crear regulaciones más dinámicas y adaptables.