Según la Asociación de Bancos Mexicanos (ABM), los bancos han invertido 20 mil millones de pesos este año y planean destinar recursos similares en 2022. El presupuesto para mejorar la ciberseguridad en bancos es el resultado de la rápida adopción de servicios financieros digitales, dice Daniel Baker, director de banca.
La industria financiera es una de las industrias que más invierte en ciberseguridad porque tenemos mucha determinación para debilitarnos. Pero podemos decir que el 99% de los eventos registrados este año fueron contenidos por factores coyunturales que el banco construyó en esta dirección.
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Señala que el fraude está ligado a la debilidad de los propios clientes, son ellos quienes abren la puerta a los estafadores.
Tenemos que distinguir entre ciberataque y fraude cibernético, primero hackeando el sistema central de los bancos para explotar información sensible, tenemos una eficiencia del 99%. Como fraude cibernético, esto ocurre cuando los usuarios brindan su información. Es tan complicado que el número del centro de llamadas de un banco puede aparecer en las llamadas telefónicas.
Señaló que todas las instituciones financieras trabajan juntas e individualmente para referir clientes para prevenir el fraude a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto o correos electrónicos.
Los bancos no solicitan información sensible a los usuarios. Los bancos ya tienen estos datos, por lo que las personas deben saber que si piden información, es un fraude.
Julio Carranza, vicepresidente de ABM, señaló que también se han multiplicado las páginas disfrazadas descargadas de Internet con el objetivo de defraudar a los usuarios.
Logramos descargar las páginas incluso el día que las descubrimos. Pero, lamentablemente, estos mensajes de camuflaje continúan evolucionando.
Medidas adicionales a parte de la ciberseguridad en bancos
Según las estadísticas de ABM, el banco ha realizado cambios que benefician a los clientes como la aplicación de chips y PIN a las tarjetas de débito y crédito, una medida de seguridad que ha reducido el fraude en un 71% en los últimos cuatro años.
Un sistema que coloca a México a la vanguardia de la seguridad plástica para los clientes, con un 96% ya operando así.
En el pasado, las cintas magnéticas de la tarjeta eran fáciles de copiar como sistema de autenticación y podían cometer fraude sin la necesidad de una tarjeta física, a diferencia de este sistema en el que se requiere una etiqueta.
Las principales ventajas de este modelo son combatir el fraude con tarjetas, reducir la pérdida de capital por fraude, evitar riesgos en caso de pérdida o robo, reducir los pagos de tarifas no reconocidos y aumentar la confianza del cliente en su uso.
Además, el banco apuesta por los códigos de verificación de la tarjeta bancaria digital, que se ubican en el reverso de cada tarjeta plástica física y sirven para asegurar que quien usa la tarjeta sea el dueño de la misma, sobre todo a la hora de comprar online para evitar sorpresas.