Rogerio Coradini, director comercial de Control de Acceso Físico (PACS) de HID para América Latina.
América Latina se encuentra en medio de una notable transformación en lo que respecta a las identificaciones móviles, marcando un cambio significativo en cómo nos identificamos y accedemos a servicios. Durante años, nuestra identidad estuvo vinculada a documentos físicos tradicionales, pero con la proliferación de smartphones y tecnología móvil, las identificaciones digitales han emergido a una velocidad sorprendente. Sin embargo, la pregunta que surge es si la región está verdaderamente preparada para abrazar plenamente la identificación digital y dejar atrás los documentos físicos de toda la vida.
La respuesta a esta interrogante es compleja y multifacética. A pesar de que la transición hacia la identificación digital no se ha desarrollado de manera uniforme en toda América Latina, la región cuenta con aproximadamente 450 millones de suscriptores móviles únicos, una cifra que se proyecta que aumentará a 485 millones para 2025. Estas estadísticas revelan de manera contundente que el uso de documentos físicos tradicionales tiende a disminuir de manera gradual pero constante.
En ese sentido, cada vez más personas optan por utilizar sus dispositivos inteligentes para llevar a cabo transacciones en línea, acceder a servicios digitales y para abrir puertas. Según la agencia de tecnología Gartner, en 2022 el 70 % de las organizaciones que implementaron sistemas de autenticación biométrica en el lugar de trabajo lo hicieron a través de aplicaciones móviles. Este cambio drástico en los comportamientos de uso refleja la creciente confianza en las identificaciones digitales.
Dado este contexto, varios factores confluyen en un punto de inflexión cercano que impulsa la adopción de identificaciones digitales en la región. La infraestructura necesaria para respaldar transacciones digitales ha experimentado un crecimiento significativo, en gran parte debido a la necesidad de realizar transacciones sin contacto en respuesta a la pandemia. Simultáneamente, la adopción de aplicaciones de billetera móvil, que albergan identidades digitales, está en alza y se prevé que América Latina tenga la tasa de crecimiento más elevada en este ámbito hasta 2026, con un aumento proyectado del 7 % anual en los volúmenes de transacciones.
Aunque aún no se ha alcanzado un punto de equilibrio, el futuro de las identificaciones móviles digitales en América Latina parece prometedor y en constante evolución. A medida que la región continúa avanzando hacia una identificación más digitalizada.
Acceso móvil: ¡el futuro es hoy!
Utilizar un smartphone, una tableta o un smartwatch para entrar en edificios o zonas restringidas no solo es cómodo para el usuario, sino que el personal de seguridad puede proporcionar y revocar credenciales al aire, mejorando la administración del control de acceso con una plataforma digital basada en la nube, por ejemplo.
De ahí, que de acuerdo con el estudio de 2023 State of Security and Identity, el 81 % de los encuestados afirman que ofrecen trabajo híbrido con gestión de identidades como servicio, un modelo que permite a los usuarios utilizar la gestión de identidades desde la nube, en lugar de a través de infraestructura local. Estos sistemas (IDaaS, por sus siglas en inglés), utilizan derechos de acceso para prevenir que los usuarios no autorizados obtengan acceso a archivos, áreas o documentos confidenciales.
Múltiples entidades ejecutan cada vez más el acceso con dispositivos móviles como mecanismo de autenticación y verificación de la identidad de sus empleados y visitantes, eliminando la dependencia de tarjetas o distintivos físicos. Además, estos admiten diversos protocolos y agregan capas de seguridad, lo que los hace sustancialmente más seguros que el control de acceso físico tradicional.
El acceso móvil gana también reconocimiento en el concepto de multiaplicación, por el que un solo producto o solución puede ejecutar múltiples operaciones. Esta experiencia digital no solo aumenta la eficiencia operativa, sino que también ayuda a reducir el número de tarjetas de plástico que los usuarios utilizan y pierden, lo que repercute positivamente en la seguridad y sostenibilidad.
La implementación del acceso móvil y las credenciales virtuales eliminan la necesidad de tarjetas de plástico, lo que reduce la huella de carbono asociada con su ciclo de vida. Además, cuando el sistema de control de acceso se integra con una plataforma de gestión de edificios, esto permite el ajuste continuo de los recursos del edificio en función de la ocupación. Por lo tanto, un sistema de control de acceso diseñado desde el principio teniendo en cuenta la sostenibilidad puede marcar una gran diferencia.
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Aprovechamiento de los datos, el futuro de las identidades digitales
En la actualidad existen soluciones como Identity Positioning, las cuales están en capacidad de ofrecer datos de ubicación en tiempo real a través de una credencial virtual embebida en los dispositivos móviles, con el objetivo de mostrar no solo quién utiliza los espacios e interiores de cualquier instalación, sino cuándo y cómo, incrementando así la protección de los activos.
Gracias a estas oportunidades tecnológicas, las identidades móviles están avanzando hacia la integración de múltiples servicios en una sola aplicación. Esto puede incluir acceso a cafetería, préstamo de equipos, separación de espacios y más. Además, las organizaciones pueden utilizar la información recopilada a través de Identity Positioning para optimizar recursos y mejorar sus operaciones, al reunir datos relevantes que contribuyen a mejorarlas.
En conclusión, el acceso móvil y las identidades digitales están transformando la forma en que nos identificamos y accedemos a servicios. A medida que más organizaciones lo implementan con éxito, surgen nuevos casos de uso y más personas experimentan los beneficios. Además, la generación Z es más consciente del medioambiente y está más comprometida con el tema del cambio climático, lo que hace que la sostenibilidad sea una consideración que adquiere especial relevancia en este tipo de tecnologías.